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ENCERRADA

       Un viernes a la salida de la escuela, la seño de 6to grado volvió al salón a buscar su campera. Apenas abrió su armario, ella escuchó un portazo seguido de un ruido de llaves. En ese momento intentó abrir la puerta, pero fue imposible. Quiso pedir ayuda, pero el salón estaba bastante retirado de donde se encontraba el resto de los docentes.

      Como ella siempre era muy risueña, alegre y le gustaba contar chistes, al momento de salir todos y cerrar la escuela se dieron cuenta de que ella no estaba, pero sí se encontraban sus pertenencias.

      Intentaron llamarla a su celular, pero se dieron cuenta de que era en vano, ya que el sonido sonaba cerca de ellos, precisamente en su mochila.

      En ese momento decidieron ir a buscarla por la escuela.

      Luego de buscar por todos lados y recorrer el lugar, encontraron el salón de sexto grado cerrado con llaves. En ese mismo momento y sin pensarlo se dirigieron a la dirección  a buscar la llave de repuesto para poder abrir la puerta.

      Al ingresar se encontraron a la docente desmayada, pero luego de unos minutos lograron hacerla reaccionar, pero ella no recordaba nada.

      El detective llegó unos minutos después, e interrogó a todos los presentes, pero ninguno resultó ser sospechoso.

      Llegado el lunes el detective volvió a la escuela para interrogar a los alumnos, y así poder descubrir al culpable.

      Al parecer todos los interrogados eran inocentes, hasta el momento en que el último sospechoso se levantó de la silla y se le cayeron las llaves del salón. En ese momento el detective pudo reconocer el llavero de dibujitos que era propiedad de la seño.

     Al día siguiente todo se desarrolló con normalidad en la escuela, la maestra recobró la memoria y el niño se sintió muy arrepentido por lo sucedido...

 

Alumnas y alumnos de 6to B

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